El proceso de maduración de carne comienza tras el sacrificio del animal. A partir de ese momento, comienzan a producirse cambios positivos en la carne.
Las ventajas de la maduración son numerosas: se vuelve más tierna, aumenta la jugosidad y se potencia su aroma y sabor.
Estos aparatos controlan la maduración para obtener las mejores cualidades de la carne evitando que la merma natural de la carne sea muy elevada.